En el mes de marzo España importó 296 kilotoneladas (kt), o 296 mil toneladas de crudo provenientes de Venezuela. Esto supone un aumento del 97% respecto a febrero, cuando se alcanzó las 150 mil toneladas.
Con estos números Venezuela ocupó el noveno puesto entre los principales proveedores de crudo de España detrás de Brasil (713 kt), México (628 kt) y otros seis países, según datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
En febrero Venezuela también alcanzó el noveno lugar en exportaciones de petróleo con un total de 150 kt, superando a Guinea Ecuatorial (140 kt), Ghana (124 kt), entre otros.
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¿Incertidumbre u optimismo?
Dicho crecimiento en las importaciones de crudo sucede en un momento clave, previo al fin de las licencias que permiten a empresas como Chevron, Repsol, Maurel & Prom, Eni y Reliance operar en Venezuela.
Se sabe que la licencia de Chevron expirará el próximo 27 de mayo. Esta fecha fue establecida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump pusiera fin al permiso que le permitía extraer, procesar y exportar petróleo venezolano.
Sin embargo, no se ha confirmado oficialmente la fecha de vencimiento de las licencias a las otras cuatro compañías.
Expertos como Alejandro Grisanti, director de la firma Ecoanalítica, han asegurado que con la combinación de la caída de los precios del petróleo, la reducción de la producción por la suspensión de licencias y el aumento del margen de descuento, podría provocar una pérdida de hasta $10.000 millones para Venezuela en los próximos 12 meses.
Ante este panorama, el gobernante Nicolás Maduro ha expresado optimismo tras reunirse con trabajadores del sector petrolero. Según él, no sólo le manifestaron que la producción sigue por buen camino, sino que también planean aumentarla.