El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las recientes acciones militares de Estados Unidos contra instalaciones estratégicas en Irán —y la potencial respuesta por parte de Teherán— podrían generar consecuencias económicas globales que trascienden el impacto directo en los precios del petróleo.
Aunque el alza del crudo se ha mantenido contenida hasta ahora, el FMI subrayó que un agravamiento del conflicto podría alterar cadenas de suministro, elevar costos de transporte y tensionar las condiciones financieras, revirtiendo los avances recientes en la lucha contra la inflación a nivel internacional.
«Las implicaciones van más allá de la energía. Podría haber perturbaciones comerciales, incrementos en los costos de aseguramiento marítimo y un aumento en la incertidumbre global», declaró Jihad Azour, director para Medio Oriente y Asia Central del FMI, durante una conferencia en Dubái.
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Los comentarios llegan en un momento en que los mercados evalúan los riesgos de una escalada regional, especialmente si se ve comprometido el tránsito de petróleo y gas por el estratégico Estrecho de Ormuz, por donde circula una fracción significativa del comercio energético mundial.
El organismo también destacó que, aunque muchos países exportadores de petróleo podrían beneficiarse temporalmente por precios más altos, los efectos negativos sobre importadores netos y la estabilidad global podrían prevalecer si se intensifican las represalias cruzadas.
El FMI concluyó reiterando su llamado a la moderación y al respeto del derecho internacional, al tiempo que instó a las economías a mantener márgenes de maniobra en sus políticas fiscales y monetarias, de cara a posibles choques adicionales derivados del frente geopolítico.
