La administración Trump está evaluando una drástica reducción de los aranceles durante las conversaciones del fin de semana con China para disipar las tensiones y mitigar el dolor económico que ambos países ya están empezando a sentir.
Personas familiarizadas con los preparativos de las conversaciones, que comenzarán el sábado en Ginebra y estarán encabezadas por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, afirman que la parte estadounidense se ha fijado el objetivo de reducir los aranceles por debajo del 60% como primer paso, algo que consideran que China podría estar dispuesta a aceptar.
Según estas fuentes, si se logran avances en las dos jornadas de conversaciones previstas, los recortes podrían aplicarse a partir de la próxima semana.
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Es probable que las conversaciones sean exploratorias y estén más orientadas a expresar quejas que a buscar soluciones a la larga lista de problemas que cada parte tiene con la otra, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas.
La situación es incierta, lo que significa que no hay seguridad de que los niveles arancelarios vayan a bajar en el corto plazo, dijeron.
Otra de las prioridades de Estados Unidos es garantizar la eliminación de las restricciones de exportación de China sobre las tierras raras utilizadas para fabricar imanes, ya que una serie de industrias se enfrentan a perturbaciones, según las fuentes.
También se han logrado avances en la cuestión del fentanilo. Las fuentes afirmaron que pronto podrían celebrarse conversaciones separadas sobre la reducción de las exportaciones chinas de los ingredientes utilizados para fabricar este opiáceo, que ha provocado un aumento de las muertes por sobredosis en los últimos años.
Con información de Bloomberg.